Suplementación deportiva
El uso de suplementos deportivos es muy común tanto en atletas amateurs o de élite como en personas que quieran mejorar su salud o llegar a unos objetivos concretos. Es por eso que los nutricionistas deben basarse en la evidencia científica para promover el uso de estos suplementos.
A nivel internacional existen varios organismos e instituciones las cuales nos aportan la información científica que necesitamos para saber la calidad de estos suplementos y sus funciones.
Algunos de ellos son: el Instituto Australiano del Deporte (AIS, Australian Institute of Sport), la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva (ISSN, Insternational Society of Sport Nutrition)…
Los suplementos deportivos los podemos clasificar en tres grupos:
- Evidencia científica sólida que apoya la eficacia del compuesto, el cual es aparentemente seguro para la salud.
- Evidencia científica limitada o con variación en los resultados como para apoyar su eficacia y su seguridad.
- Evidencia científica poca o nula para apoyar tanto su eficacia como su seguridad.
Algunos de estos suplementos con evidencia científica sólida son:
– Aumenta la fuerza, masa muscular.
– Mejora el rendimiento en deportes de alta intensidad.
– Beneficios en deportes de resistencia.
– Ayuda en la recuperación tras una lesión.
Proteína de suero
– Aumento y mantenimiento de la masa muscular.
– Mayor adherencia a dietas hiperproteicas.
– Mayor velocidad de digestión.
– La más utilizada es la proteína de suero (Whey protein) o la caseina/caseinato.
Beta-alanina
Aminoácido no esencial que produce carnosina en nuestro organismo, la cual tiene acción Buffer (tamponador):
– Aumenta la resistencia a la fatiga.
– Mejora el rendimiento en ejercicios de alta intensidad.
– Beneficios en ejercicios intermitentes de alta intensidad (1-4 min de duración).
– Efecto secundario: parestesia (sensación de hormigueo y picazón en la piel)
Cafeína
– Estimula el Sistema Nervioso Central.
– Mejora el rendimiento tanto en deportes de fuerza como de resistencia.
– Aumenta la frecuencia cardiaca.
– Mejora el riego sanguíneo, el aporte de oxígeno y nutrientes del músculo.
– Reduce la fatiga muscular y aumenta la tolerancia al dolor.
En conclusión, los suplementos pueden ser una buena estrategia para mejorar el rendimiento, ya que nos pueden ayudar a adaptarnos o mejorar nuestro estado físico.
Es primordial tener un buen plan de alimentación, un adecuado programa de entrenamiento y un descanso adecuado antes de utilizar cualquier tipo de suplementación. Si no tenemos en cuenta estos factores no podremos conseguir nuestros objetivos deportivos.