El músculo dorsal es uno de los grupos musculares que más se ejercita y uno de los más importantes por tamaños y funciones.
Trabajar bien estos músculos contribuye a estabilizar el cuerpo. Al igual que los músculos abdominales, los de la espalda juegan un papel destacado al mantener una postura correcta y prevenir dolores.
Si trabajamos correctamente el dorsal tendremos menores probabilidades de que la columna vertebral pierda su curvatura natural y se produzcan desviaciones como la escoliosis.
En la vida cotidiana de personas no deportistas, el dorsal es un músculo que no se suele ejercitar, por lo que en una situación de sobreesfuerzo lo podemos dañar, se puede producir una contractura e incluso lesionarse. Para evitarlo, debemos ejercitar el dorsal de manera habitual. Además, es importante entrenar el dorsal en personas con alteraciones posturales de la columna y poder lograr su equilibrio.
Anatomía
Frontal
Lateral
Posterior
Origen
Una hoja ancha de tendón se inserta en la apófisis espinosas de las seis vértebras torácicas inferiores y en todas las vértebras lumbares y sacras (T7-55). Porción posterior de la cresta iliaca. Tres o cuatro costillas inferiores. Ángulo inferior de la escápula.
Inserción
Gira sobre sí mismo para insertarse en el surco intertuberal (surco bicipital) del húmero, justo debajo de la articulación escapulohumeral.
Movimiento que realiza
El dorsal nos ayuda a extender el brazo flexionado. Aduce y gira medialmente el húmero (es decir, retrae el brazo hacia el cuerpo).
Es uno de los principales músculos usados en escalada porque tira de los hombros hacia abajo y atrás, y tira del tronco hacia arriba con los brazos fijos (por lo tanto, también se activa en el estilo crol de natación). Ayuda a la inspiración forzada elevando las costillas inferiores.
Movimiento básico: por ejemplo, hacer fuerza con los brazos sobre una silla para levantarse.
Deportes: escalada, gimnasia (anillas paralelas), natación, remo.